

Las tostadas de Gentilini son más que una simple rebanada.
La receta se ha mantenido fiel al original porque no es necesario cambiar las mejores cosas. El procesamiento es lento y preciso, realizado por manos hábiles y apasionadas, por lo que son tan gruesas. El perfume es uno de esos que invita porque sabe a cosas buenas, genuinas y auténticas.
Cada versión es un derroche de sabores que celebra la tradición artesanal.
Los bizcochos clásicos delicadamente dulces, buenos y fragantes como una galleta. Irresistible por sí mismos